Últimamente se ha hablado mucho acerca de la «nueva normalidad». Aunque nadie puede predecir con certeza lo que nos deparará el futuro, creemos que los acontecimientos recientes nos obligan a cambiar de perspectiva. Es inevitable cuando las actividades que dábamos por sentadas - un día en la oficina, comer en un restaurante, alojarse en un hotel, hacer una visita en un hospital - han cambiado radicalmente, intensificando nuestro sentido de la precaución. Observamos los espacios y materiales que nos rodean de forma diferente. Sí, deben ser limpios e higiénicos y cumplir su función, pero también deben seguir satisfaciendo nuestro deseo de comodidad y bienestar. En definitiva, seguiremos buscando interiores hermosos y acogedores que ensalcen la textura y el color. “Aséptico” no tiene porque significar “clínico”.